lunes, 23 de abril de 2018

LAS REVOLUCIONES DE 1934


Estimados alumnos, ¡bienvenidos al blog! Como ya os he comentado, en esta página os iré poniendo aspectos que sean de interés añadido y que sirvan de apoyo a lo que se imparte en clase, dándole a la vez un enfoque social, ya que uno de los objetivos fundamentales de la historia es conocer el pasado para comprender el presente. El primer post trata sobre las Revoluciones de 1934.
La división en la izquierda durante el gobierno reformista debido a su amplia variedad ideológica (comunistas, izquierda moderada, centro-izquierda…) propició que se presentasen por separado a las elecciones de noviembre de 1933. Un ejemplo tanto de división como de radicalización son las palabras que aparecen a continuación, que fueron pronunciadas por Francisco Largo Caballero, ministro de Trabajo durante el gobierno reformista, el 9 de Noviembre de 1933, días antes de la celebración de las elecciones generales que dieron el triunfo a la derecha:

 “Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. No nos asusta eso. Vamos, repito, hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente. Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar.”

Como bien se puede desprender de estas palabras,  la división en la izquierda estuvo presente incluso dentro de algunos partidos políticos, como en este caso el PSOE, ya que había miembros del partido que buscaban un cambio político desde la revolución, incluso de manera violenta, y otros desde una perspectiva más moderada. Por otra parte, este discurso de Largo Caballero pone de manifiesto que la radicalización en sectores de la izquierda no comenzó con la derrota electoral de 1933, si bien esta la acentuó considerablemente debido a que el nuevo gobierno buscó acabar con las reformas implantadas durante el bienio reformista y retornar a un sistema político que carecía de elementos democráticos.
La escalada de tensión fue un aumento y desembocó en los conflictos revolucionarios de octubre de 1934, siendo el de Asturias el más relevante de ellos. El video de dos minutos de duración que aparece a continuación explica brevemente estos procesos revolucionarios, incluyendo uno en el que cualquier parecido con la actualidad es pura coincidencia… 😉😉




Espero y deseo que este post os haya sido de interés. Reflexionad sobre lo que supone una escalada de tensión continua por parte de las fuerzas políticas de distintas ideologías y las consecuencias que  puede tener.
¡Pasad un buen lunes festivo!

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